Ya estoy en casa, llevo cinco días y no termino de sentirme en casa, no es culpa de mis padres que están todo el rato conmigo, ni de mis amigos que son igual que cuando me fui, es culpa de mi corazón que no termina de estar completamente aquí.
Y por eso, la decisión se ha hecho firme, ya lo medio era, ya estaba casi tomada pero con matices, esperaría a ver en marzo cuantas plazas hay en Ceuta y cuantas en Madrid, intentaría presentarme en los dos sitios y si no dependiendo de eso decidiría. Pero no, eso es lo que digo para que la gente no me mire como una loca que deja su futuro por alguien. Mi decisión real es irme, irme a toda costa, independientemente del número de plazas que haya aquí. Está claro que si no coinciden lo intentaré en las dos, pero la fuerza, las ganas, las pondré para aprobar en Madrid.
Y si os preguntaís si sé las consecuencias, sí que las he estudiado. Sé que si me presento en Ceuta, apruebe o no, estaré en la lista de interinos en un lugar muy cómodo para volver a trabajar. Y también sé que en Madrid o apruebo con buena nota o puede que pierda el trabajo. Pero quiero hacerlo, necesito hacerlo, puede que no me salga bien, pero no quiero preguntarme que hubiera pasado. No quiero tener una plaza aquí, pero haber perdido al Señor Patata, o incluso sin perderlo, no quiero más amor a medias. Así que me voy. Y poniendonos en lo peor, si suspendo, tengo dos años de paro para poder estudiar a tiempo completo y volver a intentarlo. Así que no es el fin de la vida, no estoy diciendo que voy a dejar de trabajar y no voy a intentarlo. Estoy diciendo que voy a estudiar este año mucho para intentar ver que pasa en Madrid, estoy diciendo que si no lo consigo lo intentaré otra vez... no voy a rendirme; pero esta vez será a su lado.
Y entonces empieza los pájaros de mal agüero a preguntarme ¿pero y si te sale mal con el señor Patata? ¿No tienes miedo? Y he de confesar que sí, que lo tengo, pero siempre se me viene a la mente la misma pregunta: ¿y si me sale bien? Yo voy a intentarlo, si me sale mal, se trata de volver a levantarse y desandar el camino y si así lo creo necesario volver a mi tierra. Como he dicho no hay que dramatizar tanto las cosas. Creo que es mejor seguir tu camino aunque te puedas equivocar, que seguir el camino de los demás, en el que seguro te estas equivocando.
Así que ahora me queda un año, un año de estudiar y donde lo más duro será ver como personas a las que quiero como mis padres sienten que les estoy fallando y que me estoy fallando a mi misma por tomar esta decisión. Pero no hay vuelta atrás, esta decisión está tomada.
Si quedaba alguna duda aquella despedida en Madrid me la despejó, cuando después de dos meses con él, sentí que me faltaba el aire, sabía que volvería a respirar, pero al principio fue como cuando te metes de repente bajo el agua, una sensación de ahogo. Luego aprendes a respirar, y lo haces, pero no te sientes igual que fuera del agua, de hecho en algún momento necesitas salir a coger aire. Pues así es mi vida aquí, respiro como dentro del agua, y aunque soy feliz, no es como si estuviera fuera del agua, necesito ver de nuevo al Señor Patata para coger aire.
Por eso, y porque ha llegado nuestro momento, dentro de un año, me iré.
Además leyendo un libro de Osho, dice que no dejes que los demás vivan tu vida, porque dejarás de vivir, que hagas lo que hagas, decide tu propia vida. No importa cuanto te equivoques.
Besos a todos.
PD: Se aceptan todas las opiniones, incluso las que crean que es una locura.