lunes, 24 de mayo de 2010

20 años no es nada (crónica de un concierto)

Bueno primero gracias a todos por las felicitaciones y buenos deseos. Las fiestas (sí en plural porque fueron una en Madrid, otra en mi tierra con mis amigos y otra con mi familia, ah y la del trabajo) geniales y los regalos más.. pero sin duda el regalo que más me gusto es uno que ni siquiera se me regaló por mi cumple pero que coincidió con el día que lo celebré en Madrid, las entradas del concierto de Hombres G. Yo me enteré que los HOmbres G iban a tocar durante una semana en Madrid con motivo de que hace 20 años que empezaron a cantar, y el señor Patata me lo regaló, a cambio de no venir él conmigo porque los odia. Así que yo ni corta ni perezosa me fui sola.
Además, (ilusa de mí) pensé que como era en un teatro sería sentaditos y así me daba menos vergüenza, pero de eso nada. Durante las tres primeras canciones hubo gente que se levantó y eso, y los de atrás le regañaban y volvian a sentarse.... Pero al llegar a la 4 canción, una de las más conocidas... el teatro entero se puso en pie, ya fue incontrolable, gente en los pasillos... Y así fue como decidí levantarme yo también. Y ahí estaba yo en 4 fila muy cerca y saltando, brincando y cantando todas y cada una de las canciones. Al final acabé sin voz...

Me reí y sentí la música de los Hombres G con una fuerza, como hace casi 20 años, la primera vez que siendo una niña los vi en concierto... De nuevo allí estaba yo, sintiendo como se me ponía la piel de gallina, este era mi tercer concierto de Hombres G, y para mí el mejor, excepto porque está vez Eris no estaba, y la verdad la eché de menos, porque no se me ocurre nadie mejor con quien ir a verlos.

Me reí mucho con David Summer y aunque fisicamente el tiempo (es evidente) que ha pasado por ellos y por los que lo veíamos... mentalmente siguen igual. Aquello fue un espectáculo, incluso hubo una espectadora que estaba de despedida de soltera que acabó subiendose al escenario y abrazandose a Rafa (el guitarrista) hasta que la bajó el seguridad...

Además aparte de las canciones conocidas nos presentaron algunas de su nuevo disco y como siempre me pasa con ellos, encontré una canción que me hacía sentir muchas cosas, se llama "morir entre semana" y cuenta la historia de una pareja que no puede verse entre semana...

La verdad el concierto me dejó con un sonrisa muy grande en los labios que aún hoy al hablaros de ello, vuelve...

Besos a todos

PD: En el próximo post creo que tendré que hablar de temas laborales y esas cosas que me preocupan, pero hoy quería ser optimista.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Cambio de década 30 años (My birthaday)

Hola a todos, hoy es mi cumple.. Sí hoy nací hace 30 años.... Cómo pasa el tiempo, cuando era pequeña imaginaba que con esta edad tendría tantas cosas, que hoy por hoy no tengo.. Pero tengo otras muchas, mis prioridades, mi vida ha ido cambiando y el caso es aunque siempre me imaginé casada, con hijos y con el trabajo fijo.. Hoy nada de eso es así. Pero estoy sin duda en mi mejor momento. No me pesa para nada haber cumplido treinta años. He vivido, me he caido y me he levantado. Me he hecho a mí misma y aunque sigo siendo la misma, creo que soy versión mejorada.
Si hago balance de estos 30 años, me sorprende lo mucho que he cambiado. Hoy sé que las cosas no son blancas o negras, que existe el gris. Hoy sé llevar mejor los cambios, siguen sin gustarme y odio que me alteren los planes, pero voy aprendiendo a aguantar con una sonrisa. Por fin, sé decir no, no quiero esto... También por fin sé dejar atrás a las personas que no me convenian por distintos motivos.. Sigo creyendo en que hay que luchar por la gente, por los amigos, por la pareja, pero para eso hay que asegurarse que vale la pena. He aprendido que soy así, con mis virtudes y mis defectos, así que si soy una sensiblona, una miedosa, una empalagosa, a veces una egocéntrica, y hasta algo cuadriculada... También soy comprensiva, intento ayudar, trabajadora, cariñosa... Es decir que simplemente yo, es así, con lo bueno y lo malo. Sigo intentando mejorar pero ya no pido disculpas por lo que soy, porque por primera vez estoy orgullosa de mí. He llegado a quererte y eso es importante.
Ahora con 30 años miro a mi alrededor y me gusta lo que veo:

1º) En el terreno personal. Tengo una relación que me encanta, una pareja estable, con la que me siento muy segura y por primera vez llevo una relación de forma madura, sin celos, ni historias. Aún a veces tengo fantasmas e inseguridades pero los voy superando. Y además por primera vez una historia de amor me hace ser feliz, pero no dependiente. Así que estoy orgullosa de lo que he conseguido. Gracias también al Señor Patata, por supuesto.

2º) En el terreno laboral: No he conseguido aún mi plaza, y no sé muy bien donde esta mi sitio. Pero amo lo que hago, y además he aprobado dos veces una oposición con muy buena nota, así que sé que estoy en el camino y que lo conseguiré. Conseguiré quedarme fija como maestra.

3º) En el terreno de mis amigos: Me siento mejor que nunca con ellos, porque hoy sé lo que quiero y he puesto límites y además ya sé quien soy y eso hace que me relacione mejor con los demás.
Gracias un año más Eris por estar ahí.

Respecto a cómo veo el futuro desde esta nueva década, pues es eso, futuro. No me preocupa, o intento no pensar mucho en él. AHora mismo tengo dos objetivos sacarme la plaza y por supuesto irme a vivir con el Señor Patata. Y donde quedó lo de casarme? Lo de tener hijos? Pues bueno es cierto que sigo queriendo hacerlo, pero hoy por hoy me siento completa... Y si tuviera que quedarme como estoy no me importaría.

Antes de terminar este post debo recordar a alguien a quien quiero mucho, mi abuela que como muchos sabéis, murió un día como hoy hace 5 años, quedando de esa manera unida a mí muy especialmente. Así que por ti, abuela, viviré otro año más con todo la felicidad que pueda. Gracias por todo lo que me diste.

Y ahora sí, gracias a todos. Besos Y voy a soplar las velas....

lunes, 3 de mayo de 2010

Maldito domingo


Hola a todos, sé que últimamente siempre hablo de lo mismo, pero es lo que me pide el cuerpo y más hoy, que acabo de llegar a casa, y le echo tanto de menos. La gente piensa que después de diez meses en la distancia nos hemos acostumbrado, pero yo no me acostumbro. Hoy como cada domingo me levanté en su cama, a su lado, y poco a poco mientras iba despertando iba tomando conciencia de que pasaría del paraíso al infierno en unas horas, de tenerlo cerca a tenerlo lejos…

Así, conforme pasan las horas él suele pedirme que no me vaya, aún a sabiendas de que tengo que irme y yo suelo recordarme a mí misma las razones por las que tengo que irme, aunque cada día pesan menos, pues las ganas de estar a su lado siempre, van aumentando.

La mañana se hace corta, mientras intentamos no pensar en que me tengo que ir, pero el tic tac del reloj siempre está sobre nuestras cabezas. Al final después de comer llega la hora y nos vamos hacia Atocha, aquí ya casi no tenemos palabras y terminamos dando vueltas a la estación mientras esperamos la via. De vez en cuando él se para, me mira y me besa, yo aguanto las lágrimas, hay días que no lo consigo. Ponen la vía y corro a entrar porque sé que si me quedo, no podré irme, intento no mirar atrás, mientras me odio a mí misma por irme, por no ser capaz de dejarlo todo y quedarme para siempre con él, que es donde quiero estar. Pero luego pienso en lo que me ha costado conseguir mi trabajo y en que si me quedo con él y lo dejo todo porque sí algún día me lo reprocharé. Así que me prometo a mí misma que aguantaré lo que haga falta para poder quedarme con él pero con todas las condiciones, espero que no sea demasiado tiempo.

Entonces me vuelvo y le miro, él me sonrie y yo pienso: “ojala no sea la última vez”. Y me voy. Entre que me subo al tren y todo eso, parece que la angustia pasa, pero sé que es una bomba de relojería y que estallará, a veces lo hace al terminar la película del AVE, otras en el aeropuerto y otras, incluso al llegar a casa… Pero el caso es que siempre estalla, y de repente siento todo el peso de echarlo de menos, todo ese vacío se apodera de mí y siento mucha pena. Casi siempre los ojos se me llenan de lágrimas que poco a poco me hacen sentir mejor.

Y así llego a casa, a enfrentarme, otra vez, a oír su voz de lejos, a la angustia de colgar el teléfono, y de no dormir a su lado; a mis luchas diarias con fantasmas y dudas… Así, es como odio los domingos, y siempre acabo pidiendole a Dios que él sea capaz de esperarme otra semana más, que esto le siga mereciendo la pena.

Pero sé que mañana es lunes y que vuelve el trabajo, la rutina, sus llamadas… y poco a poco me tranquilizaré e iré contando los días y cuando quiera darme cuenta estaré de nuevo en Atocha pero esta vez, no será para despedirme, sino para abrazarlo.... Y disfrutar de las horas que nos quedan por delante.

Así que aunque triste hoy me acostaré con una sonrisa en los labios, porque soy afortunada de tenerte, porque aunque el precio por ser tan feliz lo pago cada domingo al decirte adios, luego sé la suerte que tenemos de estar juntos y sé que algún día este cuento tendrá final feliz y ya no habrás más despedidas, porque todo es posible, hasta que te gane al tenis con la WII, por si no la sabías ya, te quiero. Besos

Gracias a todos.

Como dice Rosana "solo pueden contigo si te acabas rindiendo,llegaremos a tiempo" y yo no pienso rendirme y sé que tú tampoco.