domingo, 31 de enero de 2010

La distancia

Hola a todos, acabo de llegar de ver a mi Señor Patata y aunque hace mucho tiempo que este post me ronda la cabeza, hoy que siento toda la pena de haberme separado de él, y esta vez por 11 días, creo que es el momento perfecto para escribirlo.
Mucha gente, tanto en mi entorno real como virtual, me ha dicho que soy muy valiente por llevar una relación a distancia, que ellos no podrían, .... y un millón de cosas así, pero yo no me siento ni valiente ni nada, es más, lo hago porque no tengo otra salida. Yo no planeé sentir esto cuando conocí al Señor Patata, pero el caso es que lo siento, y que estoy viviendo la mejor historia de amor que he tenido nunca, con nuestras cosas y nuestras peleas, pero me siento más yo que nunca. Y entonces ¿qué otra cosa me queda? ¿dejarlo todo porque nos separan muchos kilometros? Pues la verdad es que no puedo, ni quiero hacerlo. Voy a luchar por esto, y por eso lo hacemos lo más llevadero posible.
Así que cada fin de semana me desplazo a la capital y veo a mi chico. Los viajes se pagan a medias, y así nadie sale perjudicado, y como se ha comprado una casa, pues allí hacemos nuestro nidito de amor. Descansamos un fin de semana, por razones de salud y dinero, y ese es precisamente el que peor llevo.
El resto del tiempo se me pasa trabajando y estando con mis amigos, aunque tengo que admitir que a veces la distancia se hace grande, y una pequeña pelea, se convierte en un mundo, y yo suelo ponerme "paranoica", pero mi chico suele saber por donde tirar para solucionarlo todo.
Así que cuando alguien me pregunta como puedo hacerlo, solo puedo contestar diciendo que no es pueda o no, sino que no me quede elección, pues me tiene enganchada.
De hecho tengo una amiga que ahora va a encontrarse en la misma situación que yo, pero en su caso es peor, porque ellos vivían juntos y ahora a él lo trasladan, y cuando me pide consejo no sé que decirle, porque yo era una situación que ya sabía y que acepté. Así que aunque a veces me agobia el hecho de no saber hasta cuándo (es lo que peor llevo).... luego cuando llego a Atocha, aguanto la respiración... Yo, como Sabina, siempre siento ganas de gritar: Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.
Y entonces se me encoge el estómago de saber que voy a verle, y al final lo busco entre la gente, siempre temiendo que no esté, y cuando le veo, no sé por qué en vez de dejarme llevar por las ganas de correr hacia a él y besarlo con todas las ganas, relentizo el paso y cuando lo veo le doy un beso tímido... pero entonces él me abraza tan fuerte que a veces no puedo respirar y empiezo a sentirme bien.
Luego vamos hablando de tonterias, nos subimos al coche y nos solemos quedar callados, y por fin cuando aparca el coche en la puerta de casa, es cuando me besa de verdad y yo lo abrazo y respiro fuerte, llenando de su aroma y por fin, entonces ME SIENTO EN CASA.
Y esa es la razón por la cual, aguanto una relación a distancia, porque él merece la pena y porque con él, estoy en casa.

Besos a todos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Florencia: la ciudad del arte.

Hola a todos, ultimamente sé que tardo mucho en escribir pero he estado liada, no he tenido internet y además ando de salud: regular (son simples gripes pero con mi alergia se complica un poco) y siendo sincera tampoco he tenido muchas ganas. Pero bueno, aquí estoy pa contaros la segunda parte del viaje.

Florencia es, sin duda, la ciudad donde el arte cobró vida. Allí te da la sensación de estar dentro de un cuadro o mejor de una escultura, todo a tu alrededor es majestuoso. Al llegar y ver de lejos la catedral con la cúpula de Brunelleschi, ya te impresiona pero si la ves de cerca, ya lo flipas.. Y así, con todo, con la plaza de la Signoria, con la galeria Uffizi, con el David de Miguelangel (el Señor Patata me hizo sentarme un rato delante del David para deleitarse mirandolo)... Todo es una maravilla.

A pesar de que nos llovió todos los días, no nos importó nada. Florencia es una ciudad para pasearla. Eso sí es un no parar de un museo a otro, y mirando siempre el reloj, si queréis no perderos nada, os aconsejo que nada más llegar vayáis a turismo y pregunteís donde podeis comprar las entradas de los museos por adelanto (aunque os salga más caro) y vayaís a comprarlas, porque sobretodo para la galeria Uffizi os ahorrais horas de cola.

Tuvimos la suerte de pasar el fin de año allí, y fue desde luego muy especial. Al intentar ir a cenar no encontrabamos ningún sitio pues en todos había que tener reserva pero al final conseguimos un sitio donde te ponían un menú especial. Y la verdad comimos de maravilla pero muchísimo, porque el menú tenía aperitivo, primer plato, el plato de enmedio (sí se llamaba así, y eran lentejas porque es tradición comerlas en Italia para que te dé suerte), segundo plato y postre. Y además nos dieron un cotillón con gorrito, matasuegras y serpentinas que por supuesto nos pusimos... Y luego corriendo al hotel pues queríamos tomarnos las uvas viendo la TVE internacional. Porque en Italia no se toman uvas ni se dan campanadas. Así que nos fuimos y recibimos el fin de año de una manera muy divertida y sobretodo diferente: DESNUDOS, jajaaj. ¿A qué parece simple? Pero seguro que nunca lo habeís recibido así, porque estaís rodeados de toda la familia...

Y aunque admito que eché de menos a la mía, al mirar al Señor Patata, pensé que no había mejor manera de recibir el año que a su lado, y pensé que lo quería con todo el alma y que era muy feliz. Y quisé decirle todo eso, pero al igual que ahora, no era capaz de poner ese sentimiento en palabras, así que le di un beso y le dije feliz año.
Luego a la hora, volvimos a ver el fin de año pero desde Canarias, jajaaj, y no nos tomamos más uvas porque sólo habíamos traído dos latas (sí nos llevamos las latas desde España).

Como en el otro post me dijisteís que fue poca la parte personal, esta vez os cuento otro poquito: de Florencia, me quedo con El Señor Patata subiendo por segunda vez a la cúpula de Brunelleschi (que tiene 400 cincuenta y tantos escalones) para buscar su sombrero que lo había perdido), con los dos reventados cenando queso italiano con pan en la habitación de hotel mientras nos reíamos sin parar, con todas sus tonterias, con su paciencia cuando yo estaba "rancia" porque estaba cansada, con las pizzas y los spaguettis, con la capacidad del Señor Patata de comer pizza para comer, para cenar, y yo creo que hasta la hubiera podido desayunar, con la cara de embelesado del Señor Patata mientras observaba El cuadro de Botticheli "Nacimiento de Venus" o el Baptisterio, con mi cara de susto mientras me hacía una foto con un mimo, con las mil fotos que hacia sin parar el Señor Patata (que parecía atada a la cámara),... y en definitiva con él: porque aunque Florencia es maravillosa, es mucho más sí está a mi lado..



Ah si vais a Florencia alojaros en el Hotel Baglioni que está en la plaza de la estación y que además desde el salón donde se desayuna se ve espectacularmente la cúpula de Brunelleschi.

Besos a todos.

jueves, 7 de enero de 2010

Vacaciones de ensueño: Venecia

Hola a todos, ya estoy de vuelta... Feliz año y todo eso, los reyes fueron buenos conmigo, aunque el día no tanto, pero bueno... El viaje a Italia ha sido maravilloso, si dejo atras todos los inconvenientes que tuve en el trayecto... Así que vamos a olvidarlo y a hablar de lo realmente importante del viaje.

Mi primera parada fue Venecia. Cuando llegué, andaba perdida, desde el aeropuerto no te puedes imaginar como será la ciudad. Por si alguien quiere ir le recomiendo que la mejor manera de llegar al centro de Venecia desde el aeropuerto es coger unos barcos de la compañia Alilaguna, valen 12 euros por persona y tardan una hora o así. Pero en el mismo aeropuerto, en información, te venden los tickets y te explican todo. Y también allí podeís adquirir unos tickets para diferentes iglesias que se llaman Chorus y merecen mucho la pena, porque aunque yo no pude ver todas las iglesias que incluian, algunas de las que vi eran preciosas y tenían multitud de cuadros de pintores famosos dentro, especialmente de Tintoreto, y uno de Rubens.

Pues a lo que iba cuando me monté en el Alilaguna, me parecia que se iba adentrando en una ciudad fantasmal, todo lleno de bruma, parecía sacado de un sueño, que aún no tenía muy claro si sería sueño o pesadilla. Pero cuando llegué a la plaza de San Marco, me maravillé y me pareció estar dentro de un cuento de hadas.
Encontramos el hotel, con algunos problemas, porque Venecia es una especie de laberinto, gracias a Dios yo llevaba mi brújula particular (El señor Patata) porque si no hubiese dado vueltas sin parar. El hotel era el hotel Firenze (sí, en Venecia) y aunque era un tres estrellas, lo recomiendo, porque esta muy bien, es pequeñito pero coqueto.
En Venecia nos dedicamos a pasear, y a dejarnos llevar por su embrujo, sus canales, sus calles y ese aire de decadencia y efimero que envuelte todo.. La ciudad parece que va a desaparecer en cualquier momento, y quizás eso la hace aún más mágica. Estuvimos viendo iglesias y dando vueltas y vueltas. Recomiendo no perderse la parte de arriba de la catedral de San Marco (aunque tengas que pagar por ello) porque es impresionante. !Que maravilla! También vimos el Palacio Ducal, pero muy rápido. Y un día nos fuimos con un guia, que era el recepcionista de nuestro hotel, y nos dio una vuelta de tres horas por Venecia, explicandonos su historia y enseñandos partes menos turísticas de la ciudad. La verdad quedamos encantados, porque además ibamos nosotros solos. Así que si vais a ir a Venecia no lo dudéis, ir al hotel Firenze y preguntar por Bruno, nos costó 40 euros a cada uno y yo creo que fueron muy bien invertidos.

Al final caí en la tentación y monté en gondola, pero nos costó solo 80 euros tres cuartos de hora. Y digo sólo porque sé de gente que la han pedido mucho más, incluso hasta 200 euros. Así que, a pesar de tener claro que no me quería montar, tanto ver gondoleros diciendo: gondole gondole... así un día tras otro, acabé sucumbiendo y cuando uno nos dijo: si no gondole, no amore... me convenció. El señor Patata, que me conoce, me lo vio en los ojos y al final nos montamos. Pero, aunque es muy bonito, no es nada romántico. Primero porque hacia frio, y porque tienes al gondolero pegado a ti, además éste no canta, sino que grita una especie de oe oe oe, cada vez que va a girar (imagino que para evitar choques) y también grita cosas en italiano cuando se cruza con otros gondoleros. A pesar de ese panorama, le pedi matrimonio al Señor Patata, jajaj, y aunque me dijo que no, creo que acabaré convencerle, jajaj ya lo veréis...

Como buenos turistas nos vinimos cargados de máscaras y de "murano glass" para regalar... También encontramos buenos sitios para comer y no demasiado caros, recomiendo que si vais pidais el sogliola que es el lenguado pero no a la plancha (que es al gligia o algo así) sino de otra forma rara que es con limon y mantequilla y está de escandolo; y el fegato a la veneciana (que es higado encebollado) umm aún me relamo... jjaaj que bueno estaba. Por supuesto comimos mucha pasta y pizza, recomiendo que lo hagáis algún día fuera de los barrios más turísticos. Y poco más...

El resto del viaje es quizás lo más importante y lo que no sé como contar, porque son sentimientos y sensaciones. Es el olor de Venecia, sus calles, sus pastelerias llenas de dulces y chocolates gigantes, sus cappuchinos carísimos, sus letratos Per Rialto, Per San Marcos, sus casas, sus palacios... y luego están las cosas más intímas, y que tuve la suerte de vivir porque iba con mi Señor Patata: sus bromas, su cansacio, sus miradas, mi clavada de uñas por la noche cuando me daban miedo las calles oscuras, los mil besos, lo que tarda en hacer una foto.... jajajaj, lo mucho que lo quiero, lo bien que lo pasamos....

Bueno pues esta es la primera parte del viaje, Florencia será para el próximo post, gracias a todos.
Ah os recomiendo a todos visitar Venecia, a mí es la ciudad que más me ha gustado nunca, me ha robado el corazón.

PD: Por cierto Undermind sé que hablo mucho del Señor Patata, pero es que me tiene enganchá que voy a hacer? jajaj Besos